Después de 1555, con la caída de Siena , Florencia expande su control sobre toda la Maremma, menos en sus Guarniciones costeras gobernadas por los Españoles. Lamentablemente los intereses de Cosimo I de Medici y de sus sucesores estuvieron más orientados hacia la salvaguardia de las costas y la Maremma vivió siglos de decadencia. Muchas áreas fueron progresivamente abandonadas porque eran fuertemente palúdicas. La vida socio-cultural se polariza y los centros principales se pliegan sobre sí mismos, estrechados en una economía de autosuficiencia.

El Renacimiento cultural toca sólo marginalmente a la Maremma, aunque dada la amplísima gama del fenómeno, no faltan testimonios importantes de arte renacentista como el Museo del Medioevo y del Renacimiento de la Fortaleza Orsini en Sorano (www.museidimaremma.it/it/museo.asp?keymuseo=27).

El primer y real intento de renacimiento de la Maremma se da, en cambio, con los Lorena, Gran-duques de Toscana desde 1737. En particular el personaje que, de toda Italia, más ama la Maremma y dedica significativos esfuerzos económicos y proyectos para recuperarla y realzarla económicamente es Pietro Leopoldo. Tenía un simpático sobrenombre: era llamado el “Canapone” debido a su fuerte cabellera rubia-rojiza, justo de color cáñamo (canapé). La importancia del Gran-duque Leopoldo por la Maremma está testimoniada por la interesante estatua en Plaza Dante, en Grosseto, que lo representa mientras levanta la Maremma (alegóricamente representada por una bella mujer arrodillada) y aplasta una serpiente que simboliza la malaria.

La obra de recuperación se termina en el mil novecientos, sobre todo en el período fascista. Se inicia una verdadera y propia reforma agraria: se introducen cultivos de calidad y nuevas razas bovinas, se repotencian las infraestructuras y se favorece la inmigración de campesinos de otras regiones italianas. Tras la Segunda Guerra Mundial pues la población regresa a vivir en los centros de llanura y en los centros costeros. La agricultura regresa a ser floreciente y se inician nuevas actividades industrial-artesanales, como yeseras, cantinas vitivinícolas, instalaciones de aguas termales y actividades receptivas turísticas.

El área de la Maremma no ha tenido ciertamente un pasado fácil, pero tal vez por esa misma razón, uno permanece encantado viendo hoy en día la maravilla de sus paisajes y de sus costas. La “Maremma amarga” de una conocida canción popular toscana, es hoy en día la Maremma de los colores, por su multiplicidad de paisajes y por su hospitalidad: meta ideal para unas vacaciones relajantes en busca de la justa mezcla entre ¡cultura y naturaleza!