En el corazón del Mugello, en un escenario sugestivo hecho de bosques de hayas y de abetos y delimitando el valle del río Sieve, se encuentra el pueblo de origen medioeval San Piero a Sieve. No son solamente las bellezas naturales que hacen este lugar único, pero también las numerosas antiguas parroquias, las iglesias y las villas mediceas esparcidas sobre el territorio.

Aquí en San Piero a Sieve surge probablemente una de las más antiguas parroquias de Mugello, si no la más antigua en absoluto. Se trata de la Pieve di San Pietro, que se remonta a la mitad del siglo XII. En su interior custodia la bellísima fuente bautismal que ha sido atribuida a Giovanni della Robbia.

Si estás a la búsqueda de testimonios de la presencia medicea en el Mugello, aquí en San Piero a Sieve, estas no faltan. Una vez en San Piero a Sieve, verás erigirse sobre la colina del pueblo, la majestuosa Fortaleza de San Martíno, hecha construir por deseo de Cosimo I de los Medici.

Inmerso en la espesura de un bosque de robles, se encuentra el Convento di Bosco ai Frati. En el pequeño museo al lado, podrás admirar un Cristo de madera atribuido a Donatello.

Pero la huella dejada por los Medici en San Piero a Sieve no termina aquí: si tienes deseos, durante tus vacaciones en Toscana, de ponerte en la búsqueda de las huellas del a presencia medicea en el área de San Piero a Sieve, visita entonces las grandes villas de Mugello , edificadas por voluntad de esta potente familia.

La Villa del Trebbio se yergue sobre una colina cubierta por espesos bosques. Desde aquí arriba podrás gozar de una vista impresionante sobre los valles de Mugello. Justamente por lo espléndido del panorama que se puede admirar desde aquí, esta era una de las residencias más amadas de los Medici.

La imponente Villa di Cafaggiolo será otra de tus metas en tu visita de San Piero a Sieve. En la villa y en su parque los Medici amaban transcurrir largos periodos circundado por artistas y personajes ilustres. También tú podrás disfrutar la magia del lugar, deteniéndote tal vez por la tarde para un aperitivo, en un marco del todo único.