La cocina aretina es un mix de sabores toscanos y umbríos, en grado de satisfacer hasta a los turistas más exigentes.

Como aperitivo están los "crostini" (tajaditas de pan tostado) “neri”, es decir, untadas con hígado de pollo, y “rossi”, con jugo de tomate y chile picante. Obviamente una probada la merece también el "prosciutto toscano DOP" del Casentino y el "tartufo blanco" de la Valtiberina.

Como primer plato no falta ciertamente para elegir entre: "ñoquis de ricota", tortelli de papas, pici (especie de grotescos espaguetis hechos a mano) y el "acquacotta". ¿Qué es la acquacotta? Una sopa cuyos ingredientes principales son las cebollas, los tomates, los huevos y, a modo de crostino para mojar, el pan toscano frío, es decir, de hace unos días.

Encontrándose Arezzo al centro de tres valles, entre los cuales, la Valdichiana… no puede ciertamente faltar el bistec de chianina. Se acompaña los frejoles "zolfini" del Pratomagno o los hongos “porcini” .

Otros platos de carne son aquellos con gallo del Valdarno o la "porchetta" (quizás de Monte San Savino).

Finalmente, para el postre , el “gattó”, una especie de rollo con crema, servido en tajadas y con azúcar impalpable encima. Para los amantes de las curiosidades eno-gastronómicas, les hacemos saber que el nombre deriva de la distorsión del término francés gateau y, probablemente se remonta al periodo de la ocupación francesa de la Toscana.

Y todo obviamente roseado con el Chianti Colli Aretini o con el Valdichiana Blanco o Blanco Virgen.

¿Y para quemar todas estas bondades y no regresar a nuestra casa vacacional en Toscana con unos kilos de más? Subidos a una mountain bike podremos también salir de nuestra villa en Arezzo y ponernos en viaje a los largo de la “Strada del Vino Terre d’Arezzo”.