Si estamos buscando unas vacaciones “slow”, a estrecho contacto con la naturaleza incontaminada, que nos lleve lejos de los ritmos frenéticos impuestos por la vida en la ciudad, la solución es el alquiler de una casa rural en Toscana .

Circundados por colinas recubiertas de viñedos, olivares, cipreses, pinos, prados y campos cultivados, parecerá estar en un sueño (no se equivocó la Unesco al inserir, algunas zonas de Toscanas, entre los sitios considerados patrimonio de la humanidad).

• Unas vacaciones en Toscana como esta, nos permitirá realizar un poco de ejercicio y reencontrar la forma física mejor. ¿Cómo? Con placenteras excursiones en mountain bike a lo largo de los característicos senderos blancos y entre las casas rurales, de las abundan en Toscana. Haciendo trekking de arriba abajo por las dulces pendientes de las colinas. Más aún, si optamos por una estructura dotada de caballeriza, transcurriendo algunas horas a caballo.

• ¿Pero si no deseamos realizar deportes? Entonces, podemos pasar nuestras jornadas leyendo un libro y bebiendo a sorbos un capuchino caliente, bajo la pérgola de nuestra casa en Toscana . Visitando una de tantas aldeas medioevales de las que Toscana es rica. O tal vez, sentarse en el bar de la plaza central, (siempre hay uno) a conversar con los ancianos del lugar o, simplemente, observarlos mientras juegan a las cartas.

Pero no lo es todo…

¿Qué hace que una estadía, en una de las tantas casonas rurales en toscana, signifique también transcurrir unas románticas vacaciones? ¡Todo a nuestro alrededor! en efecto, habrá ambientes rústicos y cálidos, colores amarillo ocre y rojo ladrillo, chimeneas a leña y viejas estufas en hierro forjado o cerámica, muebles de madera oscura y pavimentos en piedra.

El lugar ideal si deseamos transcurrir unas vacaciones en Toscana con las personas que más amamos.