Si el área de Gonfienti - entre Prato y Campi – por el momento no parece haber develado a estudiosos y turistas sus tesoros, para conocer un poco mejor el misterioso pueblo etrusco será necesario un tour al Museo Arqueológico Etrusco de Artimino.

Fracción de Carmignano enraizada sobre una encantadora colina, Artimino es conocida desde el siglo XVI por la "Ferdinanda", una entre las más sugestivas villas en Toscana deseadas por los Medici y realizada siguiendo las indicaciones de Bernardo Buontalenti.

Fue precisamente en sus subterráneos que el Museo fue inaugurado a inicios de los “ochentas”. Desde el 2011, en cambio, todos los objetos fueron transferidos al cercano poblado medieval, en una estructura que ha dedicado todo un piso al "Mundo de los vivos", y otro al "Mundo de los muertos". En sus habitaciones están expuestos los objetos de uso cotidiano y los objetos de decoración fúnebre encontrados en las áreas limítrofes de Pietramarina en el Montalbano, en las tumbas de Boschetti y Montefortini en Comeana, y finalmente, en Prato Rosello, en Artimino.

Cabe señalar que el personal del Museo Arqueológico Etrusco de Artimino promueve entre otras cosas actividades didácticas dirigidas a los visitantes más pequeños. Un servicio, este último, que podría resultar particularmente agradable para los turistas que viajan con toda la familia.

Pos Data: terminada la visita al Museo, detengámonos por un par de horas en el poblado medieval. Nos esperan un panorama impresionante y gustosos piqueos (no por nada los florentinos y los prateses suben hasta aquí arriba, en la tradicional caminata con merienda, del domingo por la tarde.