Encerrada entre los Apeninos y la Calvana, se encuentra el valle “Val di Bisenzio”, trecho de tierra que por unos cincuenta kilómetros aproximadamente, sigue el curso del homónimo río, atravesando los municipios de Cantagallo, Vernio, Vaiano y Prato.

Lugar de asentamientos desde la noche de los tiempos, desde la mitad del siglo pasado la Val di Bisenzio ha sido objeto de una lenta pero continua emigración. Hoy en día sus ‘actores protagonistas’ son pues castaños y cervatillos, hayas y ciervos, ardillas y zorros. Huellas de la presencia del hombre, sin embargo, son aún visibles en los bosques: antiguos molinos, casas rústicas, “cannicciaie” (estructuras empleadas para hacer secar las castañas), moribundos árboles frutales e imponentes rocas.

Por lo tanto, si nos encontramos transcurriendo unas vacaciones en Toscana y hemos decidido alojarnos en Prato por un tiempo, debemos absolutamente poner en el programa una excursión hasta la Reserva natural de Acquerino Cantagallo, 1.867 hectáreas de naturaleza incontaminada, lugar donde tiene su origen el río Bisenzio pero, sobre todo, zona conocida por el Faggione di Luogomano, (enorme Haya) un árbol centenario cuya copa da sombra a una superficie de unos 900 metros cuadrados.

Otros lugares para visitar en la Val di Bisenzio son aquellos desde los cuales se yerguen la Rocca (Fortaleza) di Vernio (edificada en el X o XI siglo) y la Rocca (Fortaleza) de Cerbaia (X siglo), finalmente, el monte Le Coste o, como lo llaman los prateses, monte Spazzavento, donde está el mausoleo de Curzio Malaparte, periodista y escritor que vivió entre el mil ochocientos y mil novecientos .

Para terminar, un consejo gastronómico: viajando por la Val di Bisenzio no podemos dejar de degustar los característicos tortelli di patate y los zuccherini di Vernio.