Es desde siempre uno de los principales centros europeos para la elaboración de tejidos. Tan es así, que entre sus motes está también el de “ciudad lanera”. Entonces en Prato no podía ciertamente faltar un Museo del Tejido.

El complejo tiene sede en la ex Esquiladora Campolmi, no muy distante del Castillo del Emperador. Se trata de un edificio que se remonta al siglo XIX pero que fue edificado englobando un molino en actividad desde el Medioevo. Al interior de parte del complejo arquitectónico (2.400 metros cuadrados aproximadamente, de los 8.500 disponibles) y situados a lo largo de un recorrido que se despliega a través de 6 áreas temáticas (desde el área de familiarización a la sala de las colecciones históricas, desde el antiguo local caldera a la sección "Prato ciudad textil", del área contemporáneo a aquella reservada a las muestra extemporáneas) son conservadas numerosas muestras de tejido, figurines utilizados en el sector de la moda, accesorios, maquinarias y, hasta un fondo biblioteca.

Esta recolección de materiales, verdadera ventana sobre el desarrollo de la economía de Prato, en el curso de los siglos pasados, tuvo origen en el legado dejado en 1975 por el coleccionista Loriano Bertini al Instituto Técnico Industrial "Tullio Buzzi".

Así pues, si nos encontramos transcurriendo unas vacaciones en Toscana y decidimos visitar o realizar una estadía de unos días en Prato, podemos regresar a casa, no sin antes haber adquirido algunos de entre los más preciados tejidos en venta, pero también después de haber conocido las fases de su elaboración y sus orígenes.