El vino Chianti nace de una perfecta combinación de clima, terreno y conocimiento del hombre. Son estos los factores fundamentales que se combinan para hacer el vino Chianti, uno de los productos símbolo del Made in Italy y de la Toscana, uno de los lugares más conocidos y amados del mundo, lo ideal en resumen para unas vacaciones. Para la protección de su calidad ha sido propuesto desde 1927 el Consorcio del Vino Chianti cuyos controles abarcan toda la producción del vino: la selección de la uva, la vinificación, el respeto de los parámetros químicos, físicos y organolépticos al momento del embotellamiento. Es solo así que un vino producido sobre el territorio del Chianti puede convertirse en un Vino Chianti con Denominación de Origen Controlado y Garantizado.

Los lugares de producción del Chianti son las provincias de Siena, Florencia, Arezzo, Pistoia, Pisa y Prato. Esta área geográfica es un ambiente natural único, sea por la belleza del paisaje, sea por el valor de las variedades de uvas cultivadas desde hace siglos. Primera de todas la Sangiovese, la cual, de hecho, según las normas del consorcio, debe estar presente en el vino Chianti al menos en el 80%: es ella la que confiere al Vino Chianti su inconfundible personalidad. A este, pueden ser agregados otros, pero siempre provenientes del territorio: Canaiolo, Trebbiano y Malvasia.

Sólo una sabia combinación de la uva y un cuidado absoluto de todo el proceso de vinificación, garantiza al vino la etiqueta del Gallo Nero, símbolo del Consorcio del Chianti: hoy que las cantinas del pasado se han convertido en lugares de turismo, puedes venir y disfrutar de este producto único en su mismo entorno de producción, en una antigua villa o casa rural en el Chianti . O para vivir todo el periodo de tus vacaciones aquí, en este ángulo de la Toscana, puedes alquilar una casa rural o un apartamento en su interior.