Intentemos imaginar un poco el espectáculo.

70 mil lamparines – en jerga lampanini – ubicados sobre las fachadas de las iglesias, de los palacios, de las torres, de las villas de Pisa que surgen a lo largo del Arno. La iluminación pública que, de repente, se apaga y... la ciudad que parece casi el doble por el reflejo que se genera sobre la superficie del Arno.

Esta es la llamada “Luminara di San Ranieri”, fiesta que se celebra cada año en la tarde del 16 de junio y que atrae a la ciudad a muchísimos turistas.

La leyenda cuenta que Ranieri Scacceri, hijo de un rico mercader pisano, poco antes de cumplir los veinte años decide abandonar toda la riqueza y vivir en la pobreza. Después de un viaje a Tierra Santa regresó a la sombra de la Torre Inclinada para retirarse en el monasterio de San Vito. Aquí permanece hasta el día de su muerte, el 17 de junio de 1161, cuando inexplicablemente todas las campanas de Pisa comenzaron a sonar sin que ningún hombre las haya tocado. Ha sido nominado patrono de la ciudad en 1284, después de la disolución de la flota pisana en la batalla de la Meloria.

Pero el homenaje de la ciudad a San Ranieri no termina con el espectáculo de la Luminara.

Al día siguiente se lleva a cabo el Palio (para mayor información leamos también el próximo capítulo de esta guía turística) con los barrios que se retan en una regata.

Para no “perder” dos días de espectáculo y diversión, preferiblemente que pasar una sola noche en la ciudad, aconsejamos buscar entre las muchas ofertas de villas vacacionales en la Toscana, aquellas de Pisa o alrededores y alojarse al menos una semana.