Al igual que muchas otras ciudades de la Toscana, Pisa debe su nacimiento a los Etruscos.

En el área donde surge la ciudad de la Torre Inclinada ya entre los siglos VIII y VI antes de Cristo estaba presente un asentamiento de este misterioso pueblo proveniente – pueda ser – de la Lidia, actualmente Turquía.

Visible rastro de ello es el “Montículo del Príncipe Etrusco” en la localidad de Gagno, no lejos de los muros que limitan el lado norte del centro histórico, entre villas de uno o dos pisos tèipicas de este rincón de Pisa.

Descubierto casi por casualidad en 1967, cuando algunas personas estaban excavando un pozo de agua (ya en el mil ochocientos, en esta área, habían sido encontradas una veintena de tumbas de la Edad de Hierro), el Montículo tiene un diámetro de casi 30 metros y está rodeado de piedras de forma rectangular y monolitos.

Muy probablemente se trata de un mausoleo, vale decir un monumento sepulcral dedicado a una persona fallecida en otro lugar y cuyo cuerpo nunca retornó a Pisa. El hallazgo de algunos objetos particulares y la presencia de otras sepulturas más pequeñas hacen pensar en el mausoleo de un aristócrata o de una persona que tenia un papel destacado en la comunidad... por esto se habla de “Montículo del Príncipe Etrusco”.

Pero el Montículo no es el único testimonio etrusco presente en la ciudad y si durante nuestras vacaciones en la Toscana queremos sumergirnos en el lugar de los arqueólogos expertos… ¿porqué no alquilar una villa en la provincia de Pisa en el lado de Volterra?