Proseguimos con nuestros picnic de una jornada desde nuestra villa o casa rural en Siena en los característicos pueblitos medioevales de la provincia.

Esta vez, la meta final de nuestro viaje será la pequeña Pienza (que cuenta con poco más de 2 mil abitantes), sin sombra de duda, el centro más conocido y de mayor prestigio artístico de toda la Val d’Orcia.

Este pueblo debe su forma actual al Papa Pio II, cuyo nombre secular Enea Silvia Piccolomini, que aquí nació a inicios del Cuatrocientos, cuando Pienza se llamaba todavía Corsignano. Deseando realizar la ciudad ideal hipotisada también por Vitruvio, Pio II dio el encargo a Rossellino (discípulo de León Battista Alberti) de iniciar las labores de transformación.

Hoy en día, los resultados de esas labores son bien visibles en la plaza central de Pienza, declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad y sobre la cual miran la Catedral, el Palacio Comunal y, al lado, Palacio Borgia y Palacio Piccolomini.
Además, justamente de frente al Palacio Piccolomini hay un refinadísimo pozo, obra también del Rossellino.

Unas líneas amerita también el “Pecorino de Pienza”.
Queso producido con la leche de oveja, y óptimo si se combina con miel o mermelada de fruta. Lo encontramos en el comercio en las tipologías: fresco, semi-añejado o añejado (en este último caso puede ser rayado también sobre los fideos). Importante señalar que, según la quesería escogido, encontraremos formas de pecorino añejado con hojas de nuez, de vid, etc.

En fin, si somos apasionados del teatro, una visita amerita la fracción de Monticchiello, célebre por el teatro pobre, en el cual los habitantes recitan textos escritos y dirigidos por ellos mismos.

¡Buena gira en Pienza!