Desde las leyendas alrededor del nacimiento de la ciudad del Palio, hemos ya hablado en la apertura de ésta rúbrica.

Excepto que Siena es un verdadero vaso de Pandora, en el interior del cual no faltan cuentos sobre extraños seres que vivirían en la cavidad del subsuelo, sobre fantasmas y extrañas apariciones en jardines y palacios, sobre misteriosos ríos buscados por más de dos siglos y nunca descubiertos.

Y precisamente durante la construcción de los “bottini”, una fuerte red de túneles que sirven para llevar agua a toda la ciudad, que nace la leyenda de la Diana.
Se trataría de un río de gran caudal que corta Siena. El ruido de sus aguas habría sido escuchado por los “guerchi” que realizaban el acueducto entre los siglos XIII y XV.
Pero nadie, a pesar de tantas búsquedas efectuadas, ha logrado encontrarse con la Diana.

Se habrían, en cambio, encontrado con “omiccioli” y con “fuggisoli”, muchos hombres que trabajaban en la construcción y manutención de los “Bottini”.
¿Qué cosa son los “omiccioli” y los “fuggisoli”?
Si para nuestras próximas vacaciones en Toscana hemos tomado en alquiler una villa en Siena , será divertido hacérnoslo contar por los más ancianos.
Por el momento, indicaremos que se trata de simpáticos mostritos.

InEn fin, dos líneas sobre fantasmas y apariciones varias.
Si en internet digitamos los términos “fantasmas en Siena” no faltarán resultados. A nosotros nos han dado curiosidad las historias sobre un monasterio abandonado por las partes de Coltibuono (al norte de Siena), sobre el Castillo de Brolio (en Gaiole, Chianti) y sobre el Huerto Botánico de la ciudad.